jueves, 31 de octubre de 2013

Parkour: Ejerciendo el derecho al espacio urbano a través del deporte

Parkour: Ejerciendo el derecho al espacio urbano a través del deporte
Alejandro Castro       Traceur y Arquitecto Técnico
Joseba Torronteras   Traceur y Estudiante de Información y Documentación
Adaptación de la ponencia impartida en el evento “Jornadas de Procesos Urbanos”.
Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de Somosaguas, de la Universidad Complutense de Madrid.
7 de Mayo de 2013

RESUMEN: El desplazamiento mediante el uso del cuerpo es algo natural en el ser humano y sin embargo, todos los que deciden profundizar en esta práctica mediante el parkour comienzan una relación con su entorno diferente a la que tenían antes. Además, adquieren conciencia de los límites que la sociedad impone a los que viven en las ciudades. ¿Los traceurs sobrepasan esos límites? ¿Qué reacciones suele tener la sociedad ante el parkour? Se analizarán estas cuestiones desde el punto de vista del Traceur y del uso del espacio público.

Traceur significa trazador en francés, y en femenino es traceuse. Los que se inician en esta disciplina suelen empezar viendo vídeos de traceurs entrenando para quedar después con algún amigo y salir a la calle a buscar barandillas, obstáculos y edificios en los que poner en práctica sus capacidades.  Algunos ni siquiera son conscientes de que existe el conceptoparkour hasta que buscan más información sobre lo que están haciendo.

A la mayoría de los niños les gusta jugar en los parques, corriendo, saltando y trepando sin preocuparles si está bien visto por la sociedad, o si es algo aceptable que esté dentro de las normas. Conforme vamos creciendo nos enseñan que existen unos límites no sólo en el comportamiento que debes tener sino también la propia ciudad, en la calle. Hay un sitio para caminar, un sitio para los coches, incluso carriles bici.

¿Qué pasa si alguien hace algo fuera de esos límites? ¿Qué pasa si alguien cuando ya ha dejado de ser un niño decide seguir jugando en la calle? ¿Acaso el cuerpo humano pierde la habilidad de jugar cuando crece? ¿Y si alguien decide comprobar de qué es capaz, pero saliéndose del parque o de los sitios habilitados para tales fines y sale a explorar todo el espacio urbano?

Aunque los inicios del parkour como disciplina tuvieron lugar a finales de los 80, hay que volver un poco más atrás, al siglo XIX.

Georges Hébert, oficial de la marina francesa e instructor de educación física, observó en África cómo los indígenas de algunas tribus tenían un desarrollo físico extraordinario. Tal como Georges Hébert dijo, eran flexibles, resistentes, capacitados... y todo sin haber tenido más entrenamiento que la propia adaptación a la naturaleza. A raíz de esto, en el año 1912 publicó un sistema de entrenamiento al que nombró el Método Natural.

En este método analizó el control del cuerpo, la mente y el espíritu para desenvolverse con fluidez ya fuera corriendo, trepando o nadando. Cabe destacar que fue uno de los primeros en utilizar recorridos de obstáculos como método de entrenamiento, que en francés se conoce como parcour.

Además en el método natural estableció como elementos importantes de un buen entrenamiento la libertad de acción, es decir, que cada uno entrene a su ritmo y según sus posibilidades; combinar varios tipos de ejercicios usando la creatividad; la práctica al aire libre y en plena naturaleza y la no-competición, reconociendo que las personas necesitan ayuda mutua. Una máxima suya es Ser fuerte para ser útil, una frase que conocen seguramente todos los traceurs.

Ahora, damos un salto adelante, hasta finales de los años 80. Surgió un movimiento de jóvenes en los barrios Evry y Lisses, de París que fueron instruídos en el método natural que hemos comentado por Raymond Belle, ex-soldado y bombero francés. Algunos de estos jóvenes, entre los que se encontraban Châu Belle-Dinh, Williams Belle, Yann Hnautra, Laurent Piemontesi, Sébastien Foucan y David Belle (hijo de Raymond Belle), decidieron formar el grupo Yamakasi, que significa Cuerpo fuerte, espíritu fuerte, persona fuerte, en la lengua africana Lingala.

Los Yamakasi asimilaron una disciplina que consiste en preparar el cuerpo y la mente para desplazarse por cualquier entorno, ya sea urbano o natural, de una manera eficiente, rápida y bella, a la que llamaron Arte del Desplazamiento, cuya filosofía se basa en la no-competición, el respeto y la autosuperación. Este grupo difundió la disciplina mediante documentales, entrenamientos colectivos y cursos que hoy en día algunos de sus fundadores siguen organizando bajo el nombre de Majestic Force.

David Belle y Sébastien Foucan decidieron seguir un camino distinto a Yamakasi y renombraron la disciplina como Parkour. Más adelante Sébastien Foucan por su parte también decidió seguir su propio camino y eligió llamarla Free Running.

Podemos definir el parkour como una disciplina que consiste en desplazarse en cualquier entorno ya sea natural o urbano, usando las habilidades del cuerpo, procurando ser lo más rápido y fluido posible. En la ciudad esto significa desplazarse a través de los elementos que la conforman, tales como edificios, muros o mobiliario urbano.

La práctica del parkour implica preparación física, a través del entrenamiento y el acondicionamiento, y el aprendizaje correcto de las técnicas para ejecutar los movimientos, lo que se consigue a través de la repetición.

Se considera deporte, ya que es una actividad física, que se hace generalmente al aire libre. Pero se aleja de la competición y sujeción a normas, propios de la mayoría de deportes. Suele entrenarse en grupos en los que los traceurs aprenden unos de otros.

Una persona que empieza a hacer parkour va a ponerse a prueba, conociéndose a si misma de una forma que tal vez nunca se había planteado. Al mismo tiempo, va a empezar a desplazarse por la ciudad con otro punto de vista, conociendo el espacio urbano desde otras perspectivas.

En su propio barrio los muros y el mobiliario urbano que eran cosas cotidianas con una función clara y específica, van a adquirir la cualidad de retos físicos. Los va a convertir en partes integrantes de recorridos, que va a querer realizar.

Con esta nueva visión irá a otras zonas de la ciudad y descubrirá nuevos retos que querrá aprender a superar.

Seguirá entrenando, aumentando su capacidad física y mental, adquiriendo experiencia en las técnicas y desarrollando nuevas habilidades, que a su vez le van a permitir superar nuevos retos que se irá planteando al ver nuevas posibilidades en los elementos urbanos.

Así, se crea un proceso, nuevo y amplio, de descubrimiento de uno mismo y de la ciudad. Tal como dice Carlos Javier Ferrero Martínez, filósofo, es una forma de re-descubrir el cuerpo a través de la ciudad y de re-descubrir la ciudad a través del cuerpo. Con el avance de este proceso el parkour se interioriza como una forma de entender la vida. El traceur piensa que tiene un mayor dominio sobre sí mismo y también sobre la ciudad, con una visión más amplia de las cosas.

Además del uso normal que se hace del espacio público, como sentarse en los bancos o caminar por las aceras, el traceur tendrá nuevos objetivos y con ellos va a crear nuevas relaciones entre su papel de ciudadano y el entorno en el que habita. Y aunque tal como hemos visto el parkour no es algo nuevo, sí es desconocido para una parte importante de la población. Por lo tanto, estas nuevas relaciones que va a crear son además diferentes a las que ya existen en la sociedad.

Hacer parkour ofrece un punto de vista parecido al que tiene un niño cuando sale a la calle, queriendo conocer de qué es capaz y poniendo a prueba todo lo que le rodea, corriendo, trepando, saltando, escondiéndose en cualquier hueco y jugando con el entorno. Y desde pequeños ¿cómo nos suelen educar? “No te subas ahí, estate tranquilo, salte de ahí. Espérate a que lleguemos al parque”. Poco a poco nos van enseñando cuáles son los límites que imperan en la ciudad: los muros son elementos claramente delimitados que están ahí para impedir el paso entre una zona y otra, ya sea entre propiedades privadas o entre la calle y un jardín; los árboles son parte del ornamento público y están ahí para mirarlos y para limpiar un poco el aire; las barandillas son mobiliario urbano que están ahí para separar zonas o para sujetarse a ellas, etc.

Es una realidad que el traceur va a sobrepasar estos límites, suponiendo para la sociedad una diferencia muy llamativa con la conducta normal y una ruptura de la rutina a la que está acostumbrada.

Por ello es frecuente que durante un entrenamiento de parkour las personas que lo observan reaccionen y manifiesten posturas muy variadas. Por ejemplo, en el caso de los vecinos de un edificio hay quienes llaman a la policía, asustados porque creen que los traceurs van a colarse en sus casas, o advirtiéndoles que van a romper cosas. Por eso muchos piensan que hacer parkour es un acto de vandalismo. En el caso de urbanizaciones privadas, suele salir el conserje a comunicar que hay vecinos que no quieren que se entrene, aunque los muros sean de hormigón, imposible de estropear con las suelas de las zapatillas o con las manos. Las personas que reaccionan negativamente al parkour muestran poco interés por conocer qué se está haciendo.

A no ser que se trate de propiedades privadas, la policía no suele intervenir. El parkour como disciplina, no está reglada ni por los propios practicantes ni por la ley, por lo que al no ser ilegal ni legal se puede considerar alegal y no existe sanción alguna en la legislación actual, por lo que cuando viene la autoridad, si se trata de un espacio público lo más que suele hacer es pedir a los traceurs que entrenen en otra zona.

Los viandantes no suelen poner problemas. A veces advierten a los traceurs sobre su propia seguridad, pero en general reaccionar con admiración. Algunos preguntan simplemente si pueden observar los entrenamientos. Hay chavales que se acercan a pedir permiso para entrenar, pensando que los grupos son algún tipo de club privado. Algunos padres quieren saber si hay escuelas para llevar a sus hijos a que aprendan parkour y se han dado casos de padres agradecidos, considerando el parkour una labor social. Los niños casi siempre quieren imitar a los traceurs y muchos lo ven como un juego.

La reacción de la sociedad depende en gran parte del carácter con el que se muestran los traceurs. En general se tiene cuidado, no se quiere molestar a nadie y se tiene buena aceptación, sin embargo también hay algunos traceurs que tienen poco respeto y es más probable que reciban quejas.
Se han creado en algunas ciudades alternativas al entrenamiento en la calle en forma de parques exclusivos para parkour denominados parkour parks (como el de Londres), concepto que se aleja de la idea del parkour como actividad que se realiza en un entorno no prediseñado para el deporte. Sin embargo, constituyen también algo positivo, ya que difunde la existencia del parkour en la sociedad y no eliminan la práctica en el resto del espacio urbano, lo cual supondría crear nuevos límites dentro de la ciudad. Esta reflexión es aplicable también a los gimnasios de parkour, espacios que están diseñados por traceurs para un entrenamiento cómodo de las técnicas que después se podrán aplicar en la calle.

Como dice Dan Edwardes, traceur, el parkour es una disciplina verdaderamente completa que ofrece a quien la practica un nuevo modo de observar y gestionar las relaciones entre uno mismo y el ambiente, animando siempre a ser consciente de las posibilidades de movimiento y evaluar sus capacidades.

La reacción de la sociedad dependerá mucho del conocimiento que tenga. En general todavía hay mucha falta de información sobre el parkour. Es una disciplina que ayuda a autoconocerse aprovechando bien las cualidades físicas que todos tenemos. La realidad es que la gran mayoría de los traceurs se toman enserio su cuerpo y respetan los lugares donde entrenan. Debemos tener presente que como ciudadanos todos somos dueños del espacio urbano.

Referencias:
Esta ponencia se ha inspirado en los artículos de personas como
  • Dani Sampayo, traceur y difusor del parkour
  • Carlos Javier Ferrero Martínez, Doctorando en filosofía por la Universidad de Salamanca
  • Dan Edwardes, traceur y difusor del parkour, del colectivo Parkour Generations
El texto de este artículo es una adaptación del guión y las diapositivas que se utilizaron para la exposición. Si alguien está interesado en obtener los documentos originales, así como los vídeos que se utilizaron puede ponerse en contacto con nosotros mandando un email a alejandrocastro@gmx.es
Agradecimientos:
  • A Andrés Vázquez, traceur, por ayudar a desarrollar el contenido de la ponencia
  • A las personas que organizaron las Jornadas de Procesos Urbanos por hacer posible que esta información se compartiera.

Llamada a las armas

Una llamada a las Armas

¿Cuándo hacer una travesía de 30 metros con un niño colgando de tu espalda se ha vuelto menos importante que un salto de 18 pies?
Me importa un comino tus grandes y sonoras zancadas, ese hombre de 43 años de ahí tiene el doble de edad que tú, es el doble de fuerte… Acaba de hacer una recepción desde 2 metros de altura y no ha hecho ningún ruido.

Blane Flexiones
Las cosas que deberían importar en el Parkour, no importan – y las cosas que extensamente se consideran impresionantes no lo son, una vez rascas la superficie. Nuestro sistema de valores está siendo corrompido.

A veces intento ver el Parkour desde un punto de vista neutral, como si nunca hubiese oído hablar de él antes.

¿Qué pensaría del Parkour si lo conociese ahora con 17 años, a finales del 2012? Imagino que lo vería como algo divertido y probablemente me sentiría atraído a formar parte de ello, pero vería algo muy diferente a lo que vi hace 9 años y sé que no me atraería tanto como hizo entonces.

Si acabas de leer este articulo y eres partidario de los valores que creo que se encuentran en el Parkour, entonces estarás de acuerdo en que si no nos esforzamos en compartirlos, se perderán. Los recién llegados solo verán grandes saltos y no una práctica accesible y extremadamente versátil para todo aquel/aquella que busque desafíos, ponerse a prueba y mejorarse a si mismos.
Lo que vi en el Parkour en 2003 a los 17 años:
  • Una pequeña élite con una calidad de movimiento y atención en los detalles de cada acción, que solo se consigue con miles de horas de entrenamiento intencionado y práctica.
  • Un espíritu inflexible de “guerrero” a la hora de entrenar y afrontarse a un desafío, ya fuese físico, técnico o mental.
  • Una próspera y positiva comunidad inspirada por sus antecesores.
  • Un sistema de entrenamiento y una comunidad que valoraba todos los aspectos del Parkour y una consciencia colectiva interesada en la practica del Parkour de por vida, no solo unos meses.
Lo que veo en el 2012 a los 26:
  • Un crecimiento masivo de la gente que entrena alrededor del mundo.
  • Saltos grandes.
  • Malas recepciones.
  • Competiciones.
  • Unos pocos que se aferran a las viejas costumbres y dudan de sus razones para seguir haciéndolo…
  • Y por último un cambio de lo que se valora en el Parkour.
Son aquellos pocos y el cambio de valores lo que más me preocupa.

Soy responsable por dejar que estos cambios ocurriesen sin alteraciones, igual que todos aquellos de “mi generación”.

Todos contemplamos como el Parkour evolucionaba y crecía en internet, sin ponernos en pie y decir: “Espera un minuto, eso mola… ¿pero qué pasa con todas las otras partes del Parkour de las que me enamoré? ¿Donde están?”
Yo intento entrenar/preparar con los valores/principios en mente y transmitirlos cuando trabajo con personas. Conozco muchos hombres y mujeres experimentados/as que hacen lo mismo, pero no es realmente suficiente mantener estos valores que tanto apreciamos solo en algunas clases en unas cuantas ciudades alrededor del mundo. Hay una necesidad de enseñar ésto en una escala más grande, si es que queremos mantener estos principios vivos. Y aun más importante, necesitamos hacer saber que podemos ser encontrados por aquellos que vienen al Parkour por primera vez y que buscan algo más que grandes saltos.

Los últimos años, en lugar de aferrarnos fuertemente y creer en lo que valorábamos y apreciábamos del Parkour cuando lo encontramos por primera vez, día-tras-día, video-tras-video, nuestro sistema de valores se corrompe e incluso aquellos pocos que aun creen que el Parkour es para todos, pueden acabar sintiendo como que se están quedando atrás, que no “son tan buenos” como esta o esa persona nueva que puede hacer ese salto que tu crees que no puedes hacer, o puede que ni quieras hacer.
Pero si recuerdas que es lo que valorabas en primer lugar, entonces no deberías preocuparte por no ser capaz de saltar tan lejos como “el nuevo”. ¿Recuerdas lo que una vez pensabas? ¿Qué es un salto, grande o pequeño, sin una buena recepción? ¿Cuándo mejorar tu escalada, tus flexiones haciendo el pino, tu número máximo de sentadillas, tu cuadrúpedo y tu record de dominadas se convirtieron en algo menos satisfactorio que mejorar tu salto de longitud?

He visto grupos de personas entrenando juntas y mirando raro al que está a un lado esforzándose por mejorar sus dominadas usando un chaleco lastrado. ¿Cuándo se convirtió eso en una parte menos importante del Parkour?

Los retos físicos no son nada nuevo en el mundo del Parkour, desde que ha habido Parkour los retos físicos han formado parte de él. De hecho, como puede que algunos de vosotros bien sepáis, mucho antes de que los saltos se llevasen la atención de la gente, los retos físicos eran Parkour.

Ya no es así, los retos físicos (y que demonios, incluso el entrenamiento físico) son especies en peligro de extinción en el Parkour.

manos Blane

Con tanto énfasis en el cambio de los últimos años, el Parkour ya no es el perfecto campo de pruebas para descubrir de que está hecha una persona en los ámbitos físicos, técnicos, mentales… y emocionales.

Ya no se trata de ver si puedes correr a otra ciudad y volver aventurándote antes de que anochezca, ya no se trata de ver si puedes empujar ese viejo coche cuesta arriba con tus amigos, con los que has reído y llorado todo el día… ya no se valora el ser capaz de saltar a un árbol mojado en el caso de que tuvieses que rescatar a uno de tus amigos si estuviese atrapado.
Ahora se ve como un escenario para los talentosos, una oportunidad para la gente de enseñar al mundo como pueden saltar más que todos los demás, y de como han viajado por el mundo para hacer el mismo salto que otro hizo en un video el año pasado, pero espera, tu puedes superarlo con un side-flip.
Veo competiciones donde los “mejores atletas de Parkour del mundo” y “campeones del mundo” consiguen moverse durante 37 segundos intentando hacer algo más impresionante que el tío que ha salido previamente antes de que acabe el tiempo, o antes de  cansarse. ¿37 segundos de una actuación mediocre? He conocido y he entrenado con hombres y mujeres que pueden aguantar 37 minutos con esa intensidad.

¿Quién dejó que esta mierda pasase? ¿Cuándo se convirtió ésto en el centro de atención? ¿Cuándo saltar más que otra persona adquirió tanto valor en el Parkour? ¿Cuándo ir a un sitio e imitar el movimiento que otra persona hizo se convirtió en un objetivo?  Siento decirlo, pero fuimos nosotros mismos quienes dejamos que esta mierda pasase.  El día en que empezamos a dudar de nosotros mismos y preguntarnos si tener un gran salto tal vez era importante.

Este es Jesse Owens saltando 8.06 metros en 1936. Berlín, Alemania…


Ese es un salto inmenso, incluso hoy en día con  entrenamientos avanzados y metodologías… y ese salto es grande, mucho más grande de lo que ningún practicante de Parkour ha conseguido saltar entre dos paredes. ¿Entonces porque la comunidad de Parkour (y en definitiva el mundo entero) se impresiona tanto cuando alguien salta 18 pies y hace una recepción como si al otro lado hubiese un foso de arena? ¿Es porque fueron suficientemente valientes como para hacerlo con una caída entre medias? En demasiados casos, su miedo de caer lo vencen gracias al pensamiento de ser inmortalizados en YouTube, delante de miles de personas en sus pijamas. ¿Es esa tu idea de valentía? Si lo es, por favor cierra esta página ya que no hay nada aquí para ti.

Pero tener una razón personal que valga la pena para hacer un salto con riesgos inherentes para demostrarte algo a ti mismo o para superar tu propia aprensión y dudas, actuar cuando todo en tu interior quiere cerrarse e irse a casa. SOLO a la hora de mejorarte a ti mismo es cuando muestras coraje y un propósito… Y estos son algunos de los valores en los que se forjó el Parkour. Esos mismos valores que ves desaparecer delante de tus ojos. Corriendo y empujando lo más fuerte que puedes esperando llegar al otro lado de internet o por que tu amigo lo hizo, solo muestra imprudencia y promete una vida corta en el Parkour.

Me gustaría pensar que la mayor parte de la gente que lee esto estarán de acuerdo en que el Parkour no es Parkour sin algunos de estos valores. Valores como el coraje, propósitos, resistencia, fuerza, disciplina, dedicación y longevidad. Valores como la humildad, el altruismo. Integridad.

Hay muchas maneras de las que podemos ayudar a encauzar positivamente el futuro de la disciplina, negándonos a dejar que valores como éstos se pierdan en la práctica es un comienzo, un buen comienzo.
Podemos inspirar a la siguiente generación de practicantes y permitirles ver que el Parkour es mucho más que saltos grandes al no dejar que nuestras opiniones permanezcan en estado latente.

Comenta en videos, sube los tuyos propios, escribe artículos, enseña, habla, viaja y entrena de la manera que tu crees que el Parkour debería ser entrenado, deja que la gente vea ese aspecto del Parkour dondequiera que vayas. Represéntalo. “Serlo”.

Esos valores no tienen por qué manifestarse en forma de desafíos como los que he mencionado antes, pero en última instancia, la única manera en que uno puede crecer significativamente es haciendo frente a las dificultades y adaptarse para superarlo. Tal vez sea superando un salto, haciendo algo que te asusta porque crees que vale la pena arriesgarse para superar tu miedo y poner a prueba tu habilidad.
travesía en morzine
Tal vez sea algo técnico, tal vez será repetir un salto con carrera a una barandilla fina e intentar recepcionar perfectamente 3 veces seguidas. 10 veces seguidas. 50.

O tal vez sea un reto físico al fin y al cabo. Tal vez cogerás uno de tus ejercicios favoritos y te pondrás a prueba y verás hasta que límite puedes llevarlo. Ver cuántas repeticiones puedes hacer en 10 minutos o cuánto peso puedes levantar después de 6 meses de entrenamiento dedicado.

travesía puente
Realmente no importa cual es el reto, lo que importa es que te enfrentes a retos regularmente si realmente quieres ponerte a prueba y ver de que estás hecho. Esta confrontación y voluntad de superar retos es el corazón del “monstruo que es el Parkour”  y este corazón está latiendo cada vez más despacio  con cada año que pasa en la comunidad.  Pero es esta exposición regular a los retos de este tipo que construye e inculca esos valores en las personas.

De lo que parece que no se da cuenta la gente es que el chico de 19 años que puede saltar 18 pies entre pared y pared, al fin y al cabo lo más probable es que no esté aquí en unos años. Muy poca gente aguanta más de unos pocos años en este “juego”, ya sea por lesiones, perdida de interés u otros incontables obstáculos. Así, pese que a lo que está haciendo es interesante, si… Lo que estás entrenando, es “Ser y Durar”, para los siguientes 10 años, 20 años… Y más, todavía fuerte, todavía progresando, todavía entrenando y disfrutando del Parkour… Esto es mucho más impresionante para mí. Estos son los valores y objetivos que me impresionaron de aquella pequeña élite que mencioné anteriormente y estas son las cosas que no veré perderse a lo largo de los años.

No te disculpes por los valores en los que crees y aun más importante no permitas que el Parkour los pierda si realmente crees en ellos. El Parkour evolucionará y se convertirá en lo que se convierta a los ojos del público, pero mantente firme en aquello que consideras importante por que no estas solo.

No lo dejes morir o la siguiente generación puede que nunca vea o experimente lo que tú viste e hiciste cuando encontraste el Parkour. Deja que los retos y la longevidad moldeen tu entrenamiento, tus metas y tus motivaciones. Proponte tus propios retos personales, aunque algunos sean imposibles, por que hasta de esos aprenderás mucho. Recuerda que un reto no es un reto si sabes que puedes hacerlo. Empújate a evolucionar, invita la duda y la incredulidad como viejos enemigos y hazlos tus amigos. Encárate a menudo a obstáculos aparentemente insuperables… Y crecerás llegando a ser una persona más fuerte.

Si quieres repetir un pequeño salto desde un ángulo determinado a una pared cubierta de musgo todo el día hasta que puedas hacerlo con los ojos cerrados… Bueno amigo mío, no estás solo. Quiero repetir ese salto contigo. Pero  hagámoslo 50 veces, solo para asegurarnos. Y una vez más por todos aquellos que no pueden unirse a nosotros. Eso nos hará más bien a los dos que ese salto desde un tejado mientras sostienes una cámara.
Somos la minoría ahora, pero juntos seguimos siendo un porcentaje influyente de aquellos que dicen practicar Parkour. Aun podemos hacer que nuestro mensaje sea oído por aquellos que llegan ahora al Parkour y que llegarán durante los próximos años.

Esto es una llamada a las armas para aquellos que considero que aun son la vanguardia del Parkour. Ahora es el momento.  Marca la diferencia enseñando y compartiendo el otro lado del Parkour que tú conoces y amas. Los lados que se ven olvidados a medida que la disciplina crece.
 comunidad

Artículo original escrito por Chris "Blane" Rowat: A call to arms 
Traducción al español para www.umparkour.com de Jamie Ramsden.
Este articulo es propiedad de Chris Rowat y fue publicado originalmente en su blogpower is nothing without control 

miércoles, 30 de octubre de 2013

¿Qué es el Parkour?


File:Parkour fl2006.jpg

Parkour, también conocido como l'art du déplacement (el arte del desplazamiento), es una disciplina de origen francés que consiste en desplazarse en cualquier entorno (en ambientes urbanos o naturales), usando las habilidades del propio cuerpo, procurando ser lo más rápido y fluido posible y efectuando movimientos seguros y eficientes. Esto significa superar obstáculos que se presenten en el recorrido, tales como vallas o barandas, muros, etc. Los practicantes del parkour son denominados traceurs (traceuses en el caso de las mujeres). El entrenamiento del Parkour debe ser progresivo y seguro. El objetivo del entrenamiento (que puede variar con cada practicante) es formar personas fuertes física y mentalmente capaces de responder ante una emergencia y ser útiles a la sociedad. Este método de entrenamiento fue desarrollado por David Belle y su grupo de amigos a principios de los años 90 inspirados en el "Método natural" de Georges Hébert. Los practicantes de la variante del Parkour denominada erróneamente "free running" buscan principalmente la belleza en los desplazamientos, realizando acrobacias y movimientos estéticos derivados de la gimnasia.

Historia del Parkour


A finales de los 80, en Evry y Lisses (barriadas de París), surgió un movimiento. Un grupo de jóvenes motivados y adiestrados por Raymond Belle (ex-soldado vietnamita del cuerpo de bomberos francés instruido en el Método Natural de George Hébert) entrena y se prepara físicamente inspirados en la aplicación del Método Natural en el ámbito urbano, con una idea principal: Ser fuertes para ayudar y proteger a sus familias.


Llamaron a este movimiento principal “El arte del desplazamiento”, y al grupo que formaban David Belle, Châu Belle-Dinh, Williams Belle, Yann Hnautra, Laurent Pimontesi y Sébastien Foucan entre otros, “Yamakasi”, que proviene del Lingala (Ya makási), una lengua africana, y significa "Cuerpo fuerte, espíritu fuerte, persona fuerte".
yamakasiFormación original del grupo Yamakasi. De Izquierda a derecha en la fila superior: David Belle, Sébastien Foucan, Malik Diouf, Charles Perrière y Yann Hnautra. Abajo: Williams Belle, Guylain N'Guba Boyeke y Châu Belle-Dinh.
El deporte, que ellos convirtieron en disciplina consiste en preparar el cuerpo y la mente para desplazarse por cualquier entorno, ya sea urbano o natural, de una manera eficiente, fuerte, rápida y bella. Para ello se valen de saltos, carreras, movimientos sobre obstáculos, equilibrios… Como auténticos animales, sin pararse ante ningún obstáculo, todo puede ser superado. Esta misma filosofía de entrenamiento es también aplicada a la vida, lo que hace que este arte, el arte del desplazamiento, sea también un arte de vivir, sea una filosofía de vida sobre la que priman unos valores familiares de hermandad, de respeto, de coraje, de lucha, y autosuperación.

Después de un tiempo, en 1998, hubo diferencias entre algunos de los miembros del grupo y dos de sus integrantes más famosos, David Belle y Sébastien Foucan, decidieron separarse y, buscando en primera instancia un mismo camino, decidieron renombrar el arte del desplazamiento (ADD) llamando a lo que ellos hacían “Parkour” (recorrido en francés). De esta forma acogieron y entrenaron a nuevos jóvenes interesados en la disciplina y, poco a poco, su Parkour se fue haciendo más conocido entre la gente que sentía curiosidad por este nuevo movimiento. Más tarde Foucan también quiso desmarcarse, esta vez del Parkour, siguiendo por otra vía a la que denominó “Free running”, popularizándola sobre todo en el Reino Unido gracias a documentales centrados en su persona como Jump London o Jump Britain. Cabe decir que ese mismo término, Freerun, era el usado por la que entonces era la Asociación Nacional (francesa) de Parkour (creada en Mayo del 2000 con Sébastien Foucan como presidente y Stephane Vigroux, Kazuma y Jérôme Ben Aoues como "nucleo duro" de la misma) para denominar al Parkour fuera de Francia.

Sin embargo esto no son más que nombres y su práctica está derivada de aquel movimiento principal llamado “arte del desplazamiento”(add).

A nivel de entrenamiento la condición física es algo vital para poder desarrollar y crecer en la disciplina deportiva. Es necesario un correcto acondicionamiento para proteger y preparar el cuerpo para los saltos y recepciones de todo tipo de movimientos. De esta forma también se pueden prevenir lesiones de cualquier tipo debido a las exigencias de la práctica continuada. Entonces, el practicante debe estar siempre en continua evolución y mejora de su estado de forma así como de su coordinación, flexibilidad, agilidad…

Al comienzo de la práctica es importante entrenar las técnicas desarrolladas intentando asimilarlas correctamente, momento en el cual se convertirán en un reflejo natural (gesto deportivo).
La belleza de un movimiento consiste en que este sea puro, es decir, que no aparezca como algo artificial y buscado...

Como último punto destacar la filosofía y valores que entraña el ADD. El espíritu de superación, la hermandad y ayuda entre los practicantes, la humildad, el respeto y el coraje de seguir siempre hacia delante en la lucha por conseguir los objetivos personales tanto en el ámbito deportivo como en el personal, son los rasgos que hacen crecer cada día la práctica del add/parkour en todo el mundo.

Dani Sampayo | www.umparkour.com
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